
Estaba nervioso, no sabía que hacer, qué decir, no quería malograr nada. Sólo quería hacerla sentir bien, y que todo esté correcto entre los dos. Pero ¿y ella? Se iba a ir, yo no quería, y me estaba aferrando a ella, pero me encantaba. Me puse más nervioso, pues había estado con una cara de perdido, mientras comía el helado, pero sonreía para disimular y la observaba. —Por estar ahí para mí en estos días —especificó— aunque tal vez no lo merezco.—¿Por qué lo dices preciosa? ¡Tú mereces todo! —le dije.—No es verdad —me miró sinceramente _______(tu nombre)— hay demasiadas cosas que no merezco.—Para mí tú mereces mucho más, ¿ya? No me agradezcas nada, lo hago porque me nace, no para que me agradezcas.—De todas maneras —me sonrió—, eres genial. Siento que puedo ser como realmente soy contigo sin ningún miedo.—Sí, puedo ser como soy realmente, o bueno, lo más parecido. Y sé que no nos conocemos hace mucho, pero siento como si no fuera así. Se siente bien —sonrió nuevamente, pero ahora me miraba.—¡Aww! ¡Qué linda! —exclamé enternecido.Ella solamente me miró y sonrió, supongo que no sabía que decir, tampoco quise insistirle. Ella parecía muy concentrada comiendo su helado, así que decidí que era mejor quedarme callado.Después de un rato, ella tomó la iniciativa.—¿Qué quieres que te traiga, ah? —me preguntó sonriendo.—¿A mí? —cuestioné— ¿de dónde? —De ________(tu país) o de Londres, si quieres. —No —me negué— no te tomes la molestia de traerme algo. —Pero yo quiero hacerlo —dijo—¸y ¿qué quieres que te traiga? En ese momento me puse a pensar en todo lo que me gustaría tener, pero mayormente ya lo tenía.—Piensa, piensa —me dijo ella riendo al ver mi rostro.—¡Me gustaría un chocolate! —exclamé yo después de unos segundos.—¿Un chocolate? —ella me miró con una mueca única que me ocasionó risa— ¿por qué un chocolate? —Porque en Londres comí el mejor chocolate del mundo.—¿En Londres? —cuestionó ella con incertidumbre.—¿No se supone que el mejor chocolate es el belga?—Bueno, no lo sé —le dije yo—, sólo sé que el mejor chocolate que comí fue en Londres.—¿Y cómo se llama? —me preguntó.—No sé —la miré— ¿se supone que debería de acordarme? —Exacto —me miró como diciendo “me lo imaginaba”— se supone.—Me gustaría acordarme —le dije—, pero trato y trato no me acuerdo, no tengo ningún recuerdo, sólo me acuerdo que era demasiado rico —hice una pausa— ¿te gusta el chocolate? —O sea, ¿se podría decir qué es tu golosina favorita? —le pregunté.—Bueno, es una de mis favoritas.—Sí, mi favorita favorita favorita —dijo repitiendo la palabra unas tres veces como para que la entienda, pero yo ya sabía a que me refería— son las gomitas.—¡¿Las gomitas?! —cuestioné impresionado.—¡Claro! —exclamó ella— ¿a ti no te gustan? —¡Son buenazas! —respondí— son demasiado ricas.—Mis favoritas son los gusanos que son ácidos, son demasiado ricos.—¡Sí! ¡Buenazos! Yo una vez me acabé un kilo de gomitas en dos días, solo.—Claro que no —le contesté—, casi no me enfermo por cosas del estómago.—A mí me pasó algo parecido —me dijo— sólo que con mi papá.—¿Un kilo de gomitas entre los dos? —le pregunté.—Sí, una vez cuando viajamos a Miami.—¿Viajaste a Miami? —sé que mi pregunta sería por las puras, porque ya lo dijo, pero quería asegurarme.—¡Claro! —me dijo ella—, es demasiado lindo.Y en ese preciso momento vinieron a mi casa un montón de recuerdos, todos relacionados con Selena. Decidí quedarme callado porque no quería decirle “Selena”, no quería mencionarla y tampoco confundir su nombre porque probablemente le diría Selena y todo se iría al diablo. Casi siempre confundo los nombres de las personas cuando me acuerdo de ellas o los recuerdos invaden mi cabeza. Amo el mar, me encanta. Y más aún si estoy cerca de ella. La amo como jamás pensé que amaría a alguien, estoy demasiado enamorado de Selena. Es fantástica, dudo demasiado que encuentre a alguien tan maravillosa como ella. No creo que haya una chica como ella en el mundo, tan linda. —Estás preciosa —dije apenas la vi quitarse el polo, el color turquesa de bikini le quedaba demasiado bien.—¿De verdad? —preguntó ella con una sonrisa.—Sí, eres preciosa mi amor —sonreí, mientras me acercaba a ella para abrazarla de la cintura.Me acerqué y comenzamos a besarnos. Besaba como nunca nadie me había besado. Besaba demasiado bien, me encantaban sus besos. Eran demasiado ricos, demasiado perfectos.—Te amo —dijo ella en susurros mientras seguíamos besándonos frente al hermoso mar cristalino que había en la playa.—Yo también —murmuré— por siempre y para siempre.Dejó de besarme para dedicarme una sonrisa y mirarme a los ojos enternecida totalmente.—De verdad —sonreí—, para siempre, aunque no estemos juntos. Así será siempre.—¿Lo prometes? —cuestionó ella mirándome fijamente a los ojos.—Lo prometo —le di una sonrisa más grande.La primera vez, la primera vez que le dije que la amaba. “Por siempre y para siempre” fueron mis palabras textuales. Yo me voy a casar con ella, estoy más que seguro. Es el amor de mi vida, jamás me había enamorado tanto de alguien. Jamás pensé perder la cabeza por alguien como ella, estar tan loco por alguien. Jamás había pensado que ocurría, pero ahora estaba sucediendo, ahora estaba pasando, ahora era parte de mi realidad. Por siempre y para siempre y por eso me daba miedo de que cuando ________(tu nombre) se fuera cualquier cosa podría pasar por mi cabeza, y realmente apreciaba a ________(tu nombre) me parecía una chica demasiado hermosa, la más hermosa que había visto. Pero yo no quería cometer el mismo error que cometí con Selena. No quería decirle tantas cosas para que luego se quedaron en lo que son: palabras. Pero estaba seguro que esta vez no me equivocaría, que cualquier cosa sería más grande que lo que los demás podrían pensar o decir, que esto iba a ser verdadero. Pero mi único miedo era que cuando se vaya mi forma de pensar cambiara, pero estaba seguro de lo que sentía por ella y de verdad la quería y mucho, era una chica fantástica. Y ahora sí va en serio: jamás había querido tanto a una chica en tan poco tiempo. Selena no me odiaba cuando la conocí, más bien era mi amiga y le caía bien, salíamos juntos, disfrutábamos el tiempo juntos, pero con ________(tu nombre) era diferente, ella sí me odiaba sin ninguna razón (o eso era para mi parecer), y siempre que me acercaba me ignoraba y hacía todo lo posible para que la dejara en paz. Pero aun así seguí atrás de él, en cambio Selena no, ella era diferente. No quiero decir que fue una chica fácil, pero fue un poco sencillo de conquistarla, ya que no sentía nada negativo por mí, más bien todo lo contrario. En cambio con ________(tu nombre) no, ha pasado demasiado tiempo desde que la vi por primera vez y todo ha cambiado en unos días, en los días que me dedicó un poco más de tiempo. Es difícil, hasta ahora mismo dudo si es que realmente siente algo por mí.No es que tuviera tanto miedo a lo que podría sentir o no, porque estaba seguro que no iba a dejar de sentir todo lo que siento por ella ahora mismo, pero de lo que estaba completamente aterrado era de lo que los demás podrían decir, de lo que las demás podrían especular y decir hasta hundir todo y malograrlo. Ya ha pasado más de una vez, tenía miedo. —Oye, no me olvides, ¿sí? —le dije a ________(tu nombre) en ese mismo instante. Me había ido por un momento. O sea seguía ahí, pero mi mente no y creo que había pasado mucho tiempo.—¿Qué te pasaba? —ignoró completamente lo que había dicho.—Por favor no me olvides —repetí.—¿Qué te pasaba? ¿por qué no contestabas? —repitió nuevamente ella también.—Sí, estabas ahí, pero a la vez no.Y esta vez pensé que ella también pensaba como yo, que nuestros pensamientos eran similares, que no éramos tan distintos. Que podíamos coincidir en algunas cosas, solamente me hacía quererla más y más.—Un largo rato —me dijo ella— al menos unos 5 minutos.¿Tanto tiempo? ¿Me había dejado llevar por mis pensamientos con Selena durante tanto tiempo? —Por favor no me olvides, ¿sí? No me olvides en las 5 semanas que te vas a ir.Le repetí una vez más, tenía miedo. No quería que se fuera, pero sé que esto solamente me haría darme cuenta si la quería como tanto decía. Tengo miedo. No quiero dejarla ir. —¿Por qué dices eso? —me preguntó.—Lo he dicho como 3 veces —le dije—, pero no lo hagas, ¿ya? —¿Por qué lo dices? —me dijo una vez más— estás raro Justin.—Es que estuve pensando —hice una pequeña pausa— no lo hagas. En ese preciso momento no sé porque razón volteé la cabeza y me quedé impactado con lo que vi. Mis ojos se abrieron como nunca antes en la vida y el sorbo que le había dado al milkshake que me había comprado para acompañar a _______(tu nombre) casi me provoca la muerte ya que casi me ahogo.No podía creer a quién estaba en ese preciso momento y al parecer me había estado observando. —¿Qué te pasa Justin? —me preguntó ella molesta.Sencillamente quería articular una palabra, pero no podía. No podía creer lo que estaba viendo… -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.¡Chicas! ¿Cómo están? :( Sé que no entro hace como dos semanas, pero no me odien he estado recargada de cosas y bueno, este capítulo lo hice con todo mi corazóncito en este tiempo jiji, y las dejé en suspenso, ámenme, pero no por mucho, en menos de una semana les subo otro capítulo :) Esta semana salgo de vacaciones, espero que para el Martes o miércoles ya tenga un capítulo para todas ustedes, ¿sí? Voy a aprovechar totalmente mis vacaciones para no hacerlas esperar, ¿ya? No quiero perderlas y sé que lo digo siempre, pero no hago nada para evitarlo.
Las quiero mucho chicas, ¿sí? ¡Acuérdense de eso siempre!
Ojalá les guste el capítulo, ji. :)
En el próximo capítulo respondo todos los comentarios acumulados (son un montón :( tengan compasión) las adoro, gracias por su apoyo. :) ¿Sí?
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