viernes, 3 de agosto de 2012

Cap. 99°: "Mejor sola que mal acompañada"

307885_315965411747633_823952773_n_large En ese preciso momento no sé porque razón volteé la cabeza y me quedé impactado con lo que vi. Mis ojos se abrieron como nunca antes en la vida y el sorbo que le había dado al milkshake que me había comprado para acompañar a _______(tu nombre) casi me provoca la muerte ya que casi me ahogo.No podía creer a quién estaba en ese preciso momento y al parecer me había estado observando. —¿Qué te pasa Justin? —me preguntó ella molesta.Sencillamente quería articular una palabra, pero no podía. No podía creer lo que estaba viendo… No creía que en ese preciso momento estaba viendo a esa chica un par de años mayor que yo, de estatura promedio, tez entre blanca y morena, ojos oscuros al igual que su cabello y esos hermosos labios. Estaba completamente helado, no sabía que hacer ni que decir ni como aparentar, ni donde meter la cabeza. ¿Qué hacer? Estaba con ________(tu nombre) y no, no me daba vergüenza que me vieran con ella, pero comencé a sentir algo en ese momento. Algo que no sentía desde la última vez que la vi. Lo mismo que sentí la primera vez que la vi y también la atracción que sentía hacia ella revivió. Tenía miedo, de verdad que sí. No quería cometer ninguna estupidez, quería irme de ahí.—¡JUSTIN! —gritó _______(tu nombre). En ese preciso momento algunas personas voltearon a vernos, no por que hubiera dicho “Justin” porque cualquiera podría llamarse así, sino porque lo gritó un poco fuerte. Sólo miré para abajo, pero de reojo vi si Selena me estaba mirando.—No grites, por favor —le pedí.—¿Cómo no quieres que te grite si te hablo y no me haces caso? —me dijo ella alterada, pero moderando un poco su tono de voz.—No, te estuve hablando un buen rato —ella estaba furiosa.—¿En qué pensabas? —me preguntó— o mejor dicho, que tanto mirabas.Yo solamente la veía, pero no podía concentrarme lo suficiente como para poder pensar una respuesta y decírsela. No podía, estaba pensando en otras cosas: en qué podría hacer. Supongo que ella ya se dio cuenta que estaba ahí con otra chica, pues no estaba mirando constantemente. Ahí estaba, Selena tan bella. ¿Qué voy a hacer? Me siento incómodo, sólo me quiero ir. ¿Me levanto y la saludo? ¿Espero a que ella lo haga? No sé porque _________(tu nombre) está acá y se va a sentir incómoda y no quiero que suceda eso, pero tampoco quiero pasar como un maleducado, así que realmente no sé que hacer.—¿Me piensas responder? —creo que lo había dicho antes, pero estaba demasiado furiosa.—¿Ah? —la había escuchado, pero sólo atiné a decir eso. —¿Sabes qué? —me miró con odio— mejor me largo.Se levantó de la mesa, pero no podía permitir que se vaya porque iba a pesar vergüenza yo, haciendo un papelón y también porque la quería y no quería que se fuera el último día que estaríamos juntos después de más de un mes. Sencillamente estaba nervioso, y los nervios me ponían idiota. Me paré después de ella y la agarré de la mano.La miré dulcemente hacia los ojos, ella solamente me miraba con enojo, pero al final se sentó.—La única razón por la que sigo aquí es porque quiero mi helado, y porque siento pena por ti —me dijo.—Está bien —solté una carcajada por lo que acababa de decir.Se sentó y siguió comiendo como si fuera una niña pequeña cuando salía ganando en un berrinche. Me daba gracia, me enternecía completamente.En ese preciso momento noté que Selena se paró de su mesa para dirigirse a los servicios higiénicos. Ella estaba ahí con una de sus amigas y un chico. Recién me había dado cuenta, pero sentí un poco de molestia e incomodidad. —¿Me esperas un ratito? —le pregunté— quiero ir al baño.—¿Acaso estamos en el colegio? —cuestionó ella—, vete pues, ¿quién te detiene? —Ok —reí por lo bajo— enojona.Me levanté y me dirigí hacia los baños que estaban por la parte de atrás. Esa heladería era grande, no me vería. Me sentía un poco culpable por dejarla sola y no decirle que ocurría realmente, pero no sabía que hacer y el nerviosismo era más grande que yo. Supongo que sólo la saludaría y eso no pasaría a mayores.El baño de hombres y mujeres estaban juntos, uno enfrente del otro; para eso tenías que entrar como a una habitación o algo así o también un pasadizo, no sabía como explicarlo. Todavía no había llegado, pero ya lo sabía de antemano. Estaba caminando lentamente, porque no tenía ganas de ir al baño, sólo me pararía a esperar que ella salga para saludarla, pero de una manera disimulada, claro. Me encontraba sentada en la mesa, comiendo el helado que Justin me había invitado. Había dejado de sentirme cómoda con él estando en esa heladería. Él se había puesto raro un rato, observando a alguien o algo fijamente, pero no pude notar bien que era. Sólo sé que de ahí se comenzó a comportar raro y me estaba ignorando y sencillamente eso es algo que no puedo soportar de las personas. Es algo que me molesta demasiado. Y parece que no le importó, porque se levantó al baño. Aunque es mejor sola que mal acompañada. No me molestaba tanto en ese momento. Sólo lo observé con la mirada mientras se iba, pero no todo el rato, pero estaba raro, estaba actuando de una manera distinta. Seguramente le estaría pasando algo, pero aún no sé qué. Tampoco me quería esforzar en descubrirlo, pero tenía que ser sincera y admitir que me incomodaba esta situación. Pasaban los minutos y no dejaba de mirar el reloj que tenía en la mano. Siendo sincera, había pasado más de 10 minutos y eso era demasiado sólo para ir al baño. Yo ya estaba por terminar mi helado, ¿y qué iba a hacer? ¿Quedarme como una idiota acá esperándolo? ¡NO! Pero tampoco pensaba irme, o bueno no lo sé, estaba considerándolo. Tenía mi celular en la mesa, así que comenzó a sonar. Al momento de agarrarlo, se me chorreó más de la mitad que quedaba de mi helado. Traté de no hacer mucho escándalo para que nadie se volteara a ver lo que había pasado, eso sí me iba a avergonzar y mi cara se pondría de todos los colores habidos y por haber. Pero sin tomarle importancia, contesté.—__________(tu nombre)… —escuché esa voz, la última que quería escuchar en el planeta con un tono de voz el cuál tenía ganas de rogarme.—¿Todavía tienes los huevos para llamarme? —cuestioné con enojo— adiós.Apenas colgué, con rabia, me levanté de la mesa y me dirigí a los servicios higiénicos.Realmente me jodía esa llamada, ¿qué rayos le sucedía? ¿Cómo mierda le sucede llamarme después de todo lo que ha hecho? ¡Está mal! ¿Qué le ocurre a Christian? Realmente me jodía y me indignaba que me llamara aún teniendo la valentía o mejor dicho la idiotez. Realmente estaba demasiado molesta y solamente quería estallar, y más aún con el imbécil de Justin que estaba que se demoraba como idiota, ¿qué carajo estaría haciendo en el baño tanto tiempo? Realmente le cabeza me estaba comenzando a doler de tanto que estaba renegando.Me dirigí hacia los baños y sentí como que el corazón me latía fuertemente, sentía ganas de desmayarme, sentía asco, sentía como unas punzadas en el estómago. 

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