lunes, 9 de julio de 2012

Cap. 96°: "Disfrutar el momento"


601069_297122053716477_1677943854_n_large "Sólo cierra los ojos y disfruta la montaña rusa que es la vida".—Sí es verdad —me miró tierna, pero seriamente—, créeme, de todas las chicas que he visto en el mundo eres la más bella… y eso que he visto muchas.—¿La más bella? —cuestioné— ¡Pff! ¡Exageras! —De verdad eres hermosa, la más hermosa. ¡Créeme! —¿Por qué? —me miró de forma incomprendida.—Tú conoces a demasiadas personas que son bellas comparado conmigo, ¿y dices que yo soy bonita? Se nota que solamente lo dices para…—Puede que haya viajado por varias partes del mundo —me interrumpió—, pero eso no te quita el privilegio de ser la chica más linda que mis ojos hayan visto, ¿o sí? —¿Privilegio? —cuestioné poniéndole una mueca de disgusto. ¿Qué se creía? ¿El chico más lindo del mundo? ¿La mejor persona del mundo? Estaba mal si venía a pensar que si yo le parezco bonita es un privilegio, está mal. ¿Qué tiene en la cabeza? Viene a hacerse el importante conmigo, ¿está idiota? No hay nada más que odie en una persona.—No preciosa —dijo al ver la expresión en mi cara—, no me malinterpretes, simplemente digo, que aunque yo haya ido por tantas partes del mundo, no significa que tú no puedas ser la chica más linda que haya visto.—Aprende a expresarte para la próxima —le sugerí disgustada. Ahí está lo que les dije, el momento fue malogrado por hablar, por decir las cosas en un momento inapropiado.—Eres hermosa, ¿sí? No lo dudes, me gustas demasiado —dijo—, no quería malograr este momento. —*Muy tarde, ya lo hiciste* —pensé en ese preciso instante—, no te preocupes, ¿sí? Ya pasó —sonreí falsamente.—No, no pasó porque sigues enojada.—Estoy bien Justin —nuevamente la sonrisa fingida se apoderó de mi rostro.Se acercó a mí, me abrazó y me dio un beso en la frente.—Te quiero mucho, no seas enojona, pava.—Yo también —sonreí, pero ahora de verdad.Sé que muchas personas estarían pensando que esto era algo demasiado infantil si nos damos cuenta que se trata de un chico de casi 18 años y una chica de a los pocos días de cumplir 15. Aunque había una diferencia de edad, pero físicamente parecían de la edad. Pero la madurez era la que predominaba, claramente. Aunque parecía que por momentos se ausentaba. Me gustaba estar así, no tener que actuar maduramente, poder sentirme bien, como yo. Con Justin podía ser totalmente como soy, sin tenerle miedo a nada, tal vez como me sucedía con Christian, pero éramos de la misma edad, éramos inmaduros, no sabíamos nada, éramos nuevos en todo esto. Y tal vez por eso sucedió ese error y ambos buscamos lo que no encontrábamos en esa relación en otras personas.—¿Qué hora es? —pregunté, pues debía de llegar a mi casa a eso de las 6.—Son las 4 y media, ¿por? —me dijo él, después de mirar su reloj.—Bueno, nos queda hora y media para estar juntos antes de que vaya a mi casa para alistar algunas cosas y descansar un poco antes de que el vuelo salga.Si fuera por mí me quedaría con Justin hasta que tenga que subir al avión, pero por más que lo desease no podía. Mi mamá me dijo otra cosa y ahora estamos bien, ya no estamos peleadas, así que no podía decir nada al respecto, porque no quería irme y que todo termine como empezó, mal. Las cosas tenían que terminar lo mejor posible, aunque no pareciera fácil.—¿Tan poco?  —preguntó triste— ¡NO!—Pero tengo que irme, no puedo hacer nada… —dije—, no pienso perder mi vuelo… ni loca.Aunque si lo ven desde el punto de vista que lo vio Justin suena cruel y como si él me importara lo más mínimo, pero no es así, no era lo que quería dar a entender, sencillamente que extrañaba ese lugar, aquel lugar donde nací, donde estaba mi vida… la verdadera, no toda esta farsa. Aunque era, exactamente donde estaba parada y con quién lo estaba, no era todo una farsa, el casi 80% era verdadero, pero jamás completamente. No pensaba dar todo. A veces no era lo correcto arriesgar todo, muchas veces era solamente hacer que los demás se conformaran con lo mucho o poco que puedas dar. Pero bueno, tal vez con el tiempo, y SÓLO con el tiempo las cosas cambien y pueda ir dando lentamente un poco más de mí dependiendo si lo merece o no aunque por como van las cosas, creo que sí lo merece completamente.—Mmm… está bien —pude notar la incomodidad en su tono de voz—, no te preocupes yo te llevo a tu casa.—No quiero que lo tomes a mal —le dije al observar todo lo que había ocasionado en él con mi comentario—… tal vez me expresé mal, pero es que entiende, hace tiempo que no voy. Yo toda mi vida he vivido ahí y ahora estoy a kilómetros de ahí y extraño todo, ahí está mi vida.—Acá todo es una farsa… menos cuando estoy contigo —lo miré— y no lo digo como diciendo “ah, Justin está acá presente, diré eso y con las demás personas que estén presente mío diré lo mismo”, pero la verdad es que contigo todo cambia de una manera única que me llega a sorprender muchas veces. —¿Tú qué crees, tonto? —lo observé con un gesto.—Que es bueno —sonrió torpemente.—¡Claro que sí! —exclamé sonriente.—Yo también —sonreí—, no me malinterpretes, ¿sí? No quería que comprendas otra cosa que no era.—No te preocupes, yo te comprendo —me devolvió una mejor sonrisa que antes.—Esa sonrisa que llevas en el rostro, siempre me va a traer una más grande a mí, recuérdalo siempre —dije al contemplarlo.—Yo lo único que quiero es verte sonreír siempre —comentó él.—Te juro que de una de las cosas que más amo y me apasionan en la vida es estar contigo —confesé— de verdad me encanta estar contigo.No mentía, amaba cada segundo que pasa junto a él, era diferente, no era como las otras veces. No era como las demás personas cuando estaba junto a él, sentía que podía ser otra persona. Quién realmente era o algo similar a quién era. Era feliz y podía sonreír, aunque alguna vez tenía que fingir, pero eso no era todo el tiempo. Pero me refería más al punto de vista de… ¿qué chico te puede hacer sentir tan bien? ¿Hacerte sentir como él me hace sentir a mí? Me hace sentir tantas cosas en tan poco tiempo, en tan pocos minutos, era única esa manera, era especial, no era como cualquiera. Ese sentimiento y todas esas emociones las podía volver a sentir una y otra vez cuando él no estaba, era algo que anteriormente no me había pasado, pero a pesar de todo se sentía correcto, bien. Podía sentirlo una y otra vez sin que me importaran los demás, podría decírselo a todo el mundo.—¿De verdad? —sonrió—, ¡qué linda! —Es que de verdad me encanta, disfruto cada momento contigo —no lo miraba fijamente a él cuando hablaba, más bien me dejaba ir por lo que decía.Sé que tal vez no debería decir eso porque luego tal vez las cosas no serían así, pero por el momento lo era y me encantaba, pero no sé si sería igual mañana o pasado o en una o dos semanas, pero sólo estaba segura de hoy, del presente y eso era lo que me interesaba. No estaba tan preocupada en lo que pase mañana o en un futuro cercano o no, eran una de las pocas veces que no me preocupaba en eso. Sólo amaba sentirme así, tan feliz, tan viva, tan llena y lo estaba reconociendo poco a poco, tal vez antes no lo hubiera hecho, pero ahora estaba haciéndolo lentamente así que supongo que era un buen paso. —Te voy a extrañar mucho pequeña —dijo él mientras me observaba cuidadosamente.—¿Lo dices de verdad? —pregunté un poco incrédula. No sabía que pensar. No sabía que iba a ocurrir.—¿Por qué te mentiría? —cuestionó él extrañado.—No lo sé —respondí—, eso suelen hacer los chicos.Sé que con el transcurso pasarán cosas y las personas comenzaran a hablar de Justin y esas palabras, rumores, llegaran a mí, no quería ilusionarme, pero era tarde. Estaba ahí, por él, porque me encantaba estar con él. —Está bien —noté que lo había incomodado un poco.Hubo un momento de incomodidad ya que ninguno de los dos dijo algo al respecto, sólo nos mirábamos de vez en cuando y en cuanto en cuanto nuestras miradas se encontraban, pero nada más. Hasta que él tomó la iniciativa nuevamente.—No entiendo porque te tienes que ir, ni siquiera deberías de viajar este año, deberías de viajar el próximo, y bueno en vez de viajar deberías de hacer una fiesta y ya —comentó él con cierto enfado.—Tú dices eso por que acá la costumbre es que hagan eso a los 16 años, pero en Latinoamérica lo normal es que lo hagan a los 15, y sí, también lo tradicional es hacer una fiesta, pero a mí no me gustan —le hice saber.—¡Loca! ¿Qué hablas? —preguntó él— ¿no te gustan las fiestas? —Sí me gustan —solté una carcajada ante su tono de voz—, no me has entendido bien Justin.—O sea a mí si me encantan la fiesta, lo que pasa es que cuando una chica se hace una fiesta celebrado sus quince años, es decir su quinceañero, o hasta cuando acá celebran sus “Sweet 16”, la chica es el centro de atención y es todo escandaloso y a mí no me gusta, sencillamente no me gusta ser el centro de atención.—Entonces a ver si te entiendo —dijo haciendo una breve pausa—, te gustan las fiestas, pero no te gustaría hacerte una porque no quiere ser el centro de atención, ¿verdad? —¡Exacto! —exclamé—, a veces me pregunto porque eres tan inteligente…—¡Tsss! —hizo gestos con sus manos como señalándose.—Será porque te juntas conmigo —terminé la oración ignorando lo que él estaba haciendo.—¡Pff! ¡Ya quisieras! —exclamó él—, seguramente con las justas pasas de año.—¿Yo? —lo miré con el mismo gesto de hace rato—, yo paso siempre, yo jamás he jalado.—¿Ningún curso? —cuestionó él mirándome un poco sorprendido.—¿Qué? —pregunté al observar el gesto que tenía en su rostro— ¿tú sí? —Emmm… ¿yo? —se estaba haciendo el loco, aparentaba que no sabía nada de lo que estaba hablando.—Sí tú, el chico que está sobreactuando su nerviosismo porque sabe que ha jalado cursos como mierda. —No —se rió él—, yo no he jalado cursos. —¿Seguro? —lo observé fijamente a los ojos de modo que no se podría reír… no sé porque pero eso siempre funcionaba.—¿Sabías que tienes los ojos más hermosos del mundo? —los contempló mientras me cambiaba de tema.—Ah ya ________(tu nombre), ah ya —dijo él con un tono de resentimiento— ¡perfecto! —Sonso, no te enojes —le dije al ver su comportamiento y ver como se alejaba de mí. —No, me quitaste las ganas de todo —se hizo el resentido.—No, sonsito, por favor ¿sí? —pestañeé varias veces seguidas. —No, no quiero nada —comenzó en su plan de víctima.Él quería jugar, pues, perfecto, comencemos.—¿Te vas a ir? —me miró de reojo, mientras observaba que me alejaba poco a poco, lentamente.—Claro —contesté—, con resentidos a otra parte.Se acercó a mí lentamente, y yo no pude resistir estar cerca de él, sintiendo su calor. Sencillamente era algo que me volvía loca y probablemente una de mis debilidades cuando estaba junto a él.—¿Te importa demasiado? —contesté cuando sentí una de sus manos posada en mi cintura.Se acercó más y con la otra mano sostuvo mi rostro y lo pegó al suyo para darme un beso. Otra vez esa sensación inolvidable, hacía de todo en mí por enloquecerme, me encantaba. Y es que en ese beso habían demasiadas cosas: ternura, locura, cariño. No sé si amor, porque probablemente todo era una ilusión aún, porque ¿amor? Es algo muy fuerte, algo de lo que voy a aprender antes de tener que aplicarlo en mi vida y vivirlo para ya no cometer el mismo error, pero por como las cosas estaban iniciando, esto tenía para rato.—¿Te gusta, no? —dije finalizado el beso con una sonrisa.—Me encanta besarte —no dejaba de mirarme a los ojos. Estaba gustándome más y más.Sólo sonreí. No es algo que te digan todos los días, pero bueno, no he besado a muchas personas. Solamente a Christian, creo que a Chaz también… y nadie más. Sí, ya —prácticamente— tenía 15 años y solamente había dado esos besos en toda mi vida, pero bueno, que él lo diga debe de ser algo diferente, pues me imagino a cuantas chicas habrá besado…, aunque, todo lo que lo que hago, lo hago perfectamente bien, ji.—Te quiero mucho pequeña, no te vayas —lo dijo con un tono de voz de tristeza. ¿Realmente lo sentía? —Pero tengo que ir —repliqué—, extraño mucho ________(tu país), amo estar ahí. Prefiero mil veces estar ahí antes que estar allá por muchos motivos.Noté un gesto de incomodidad de su rostro y como de tristeza, pues su sonrisa se desvaneció de ese mismo instante y su mano aflojó y bajó, como queriendo quitarla de ahí y largarse para que me quede sola.—¿Estás enojado? —cuestioné ignorando su comentario.—No, ¿por qué tendría que estarlo? —me miró con una sonrisa.—No lo sé. Pero bueno, tengo que ir, ya nos vamos a ver.—Ya me he acostumbrado a verte.—Pero igual vamos a poder mantener el contacto.No le iba a decir “pero nos podemos ver, podemos hacer Skype” porque mentiría, no perdería esas 5 semanas frente a una computadora en Skype o cualquier otro servicio de video llamadas esperando a que se conecte para hablar horas y horas, no. No iba a volver en sólo Dios sabe cuánto tiempo y no iba a malgastar mi tiempo si es que prefieren que suene así, aunque para mi gusto suena un poco tosco. Pero el punto es que o iba a estar pendiente de él todo el día. —¿Me lo prometes? —me miró cautelosamente para estar al tanto de cualquier minúsculo movimiento.Podía hacer una promesa tan sencilla como esa, al final, él tenía BlackBerry y yo también, así que podíamos hablar por BBM cuanto tiempo quisiéramos y sería mejor para mí, aunque no sé si vaya a tener problemas con la red móvil y tenga solamente wi-fi, pero para todo había una solución… pero eran preocupaciones que no debería de tener en este momento, detalles minúsculos, sin importancia. —Está bien, confiaré en ti —sonrió él de oreja a oreja—, solamente quiero hablar contigo, no me importa si son 5 minutos al día o todo el día completo, con tal de que me digas “Hola” puedo estar feliz durante el resto del día.—¡Aww! ¡Qué lindo! —exclamé enternecida ante sus palabras.—Te juro que te voy a extrañar.Tenía miedo a que él se aferrara demasiado a mí y yo a él, no quería depender de nadie ni sus sentimientos y si soy sincera ni de los míos… es estúpido, lo quiero, pero intento que no me interese, pero al final termino diciendo y pensando otras cosas como si eso fuera a solucionar algo, pero no servía de nada, solamente ocurría una cosa: me confundía. Eso era lo que sucedía. —No va a ser mucho tiempo —comenté.—Igual, me gusta estar contigo, me apasiona, me encanta, y me he estado acostumbrado a tu compañía, a estar contigo, aunque hayan sido escasas las veces que haya pasado así. Te quiero demasiado. Si soy sincera, no había pasado ni una hora desde que estábamos en este pequeño cuarto, pero ¿por qué tenía tantos sentimientos por él? No sé que era, pero prefería resumir todo y llamarlo: una simple ilusión, nada más. Porque al fin y al cabo, todo terminaría. Y había comenzado bien si se dan cuenta, había comenzando preocupándome por el presente y no por el futuro, pero ahora es todo lo contrario. Sólo quiero disfrutar el momento.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.Capítulo dedicado a Ximena, Lupis14.Chicas, perdón si no le he dedicado el capítulo a alguien más (si es que me lo han pedido), pero no he leído los comentarios. Y discúlpenme por recién subir el capítulo, les juro que ayer tenía una capítulo larguísimo, como los de antes, pero se me apagó la computadora y ptm, ¡se perdió todo! Me enojé demasiado y mandé todo al diablo y no hice nada, me jodió. Perdónenme por la tardanza, ¿sí chicas? Más tarde o en el próximo capítulo respondo todos los comentarios juntos, ¿sí? Las quiero mucho :) gracias por todo el apoyo que me brindan y prometo que este fin de semana voy a subir otro capítulo, ¿sí?  

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